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Filosofías orientales

Entre los muchos cambios que han tenido lugar en tiempos recientes se ubica en un lugar central la reconsideración de las filosofías orientales como visiones del mundo extremadamente valiosas para nuestro trabajo de pensamiento. Sabemos que su influencia se hizo sentir desde el principio de la historia de la filosofía occidental, pero me refiero a un efecto más cercano y al que creo debemos relacionar con el hecho de que estas filosofías (budismo, zen, hinduismo, etc) privilegian el punto de vista existencial. Miran desde el individuo, aunque parte de su propuesta sea precisamente superarlo.


Esta importancia renovada del pensamiento oriental puede utilizarse con provecho en propuestas para el aula. Permiten trabajar el tema de la diferencia cultural y lo hacen insertándolo en un contexto internacional que lo hace doblemente pertinente. Trátese de comprender el choque de civilizaciones o del excepcional despegue chino, investigar la presencia de un pensamiento con concepciones tan distintas a las nuestras resulta enriquecedor. Los adolescentes encuentran en las visiones orientales del mundo la oportunidad de expresar visiones personales ligadas a sus conflictos concretos. El pensamiento oriental es un recurso a la vez atractivo tanto por su exotismo como por la practicidad de sus ideas. Fenómenos de gran vitalidad, como la nueva disciplina del coaching filosófico, la corriente new age o la literatura de auto ayuda (todas tendencias a las que conviene abordar con más seriedad de la habitual, abriendo el marco de comprensión y superando el simple prejuicio) son manifestaciones ligadas a su poder.

Para no dejar esta valoración del pensamiento oriental en una mera declaración de principios, a continuación transcribo diez ideas tomadas de "Mente zen, mente de principiante", un libro de un monje zen llamado Shunryu Suzuki, que creo podrían dar lugar a buenas experiencias en el aula.

¿Cómo podrían aprovecharse? Me gustaría que los comentarios a este post sirvieran para que lo pensemos entre todos. Se me ocurre que estas frases podrían transcribirse en tarjetas y repartirse en grupos de dos o tres alumnos, pidiendo a cada grupo que prepare una explicación para ofrecer a sus compañeros. Podría pedirse una explicación y una serie de 3 ejemplos de situaciones ligadas a cada idea. Habría tal vez que ser más claros en lo que se pide cuando se pide una explicación o desarrollo, ¿tal vez que anoten 10 características de la idea? ¿Qué se les ocurre?

Por último: sí, son ideas raras, pero creo que no hay que temer lanzarse a un juego de especulación libre en donde puedan incluso decirse muchas cosas inconexas. El aprendizaje del uso del pensamiento abstracto se produce precisamente en esos juegos que pueden a vecer tener la apariencia de delirios...

Aquí van las ideas.

Diez ideas zen para trabajar en el aula:

  1. A la mente del principiante se le presentan muchas posibilidades; a la del experto, pocas. Lo más difícil de todo es mantener siempre la mente del principiante.
  2. Dentro de unos años moriremos. Cuando se piensa que ese es el fin de la vida, se ha entendido mal. Pero, por otra parte, cuando se piensa que no moriremos nunca, eso también es erróneo. Moriremos y no moriremos. Así habrá de entenderse.
  3. Quizás haya quien piense que la mente o el alma existen siempre y que lo que muere es solamente el cuerpo físico, más esto no es la verdad exacta, porque tanto la mente como el cuerpo tienen fin. Pero al mismo tiempo, también es verdad que existen eternamente. Y aunque se hable de una mente y un cuerpo por separado, ambos son realmente las dos caras de una misma moneda.
  4. La gente, especialmente la gente joven, piensa que la libertad consiste en hacer lo que a cada uno le da la gana, que no se necesitan reglas. Pero para nosotros es absolutamente necesario guardar ciertas reglas. Esto no significa estar siempre bajo control. Mientras se siguen reglas hay siempre oportunidad de liberarse. Tratar de obtener la libertad sin tener conciencia de las reglas no significa nada.
  5. El simple propósito debe ser continuar. Cuando se hace algo el propósito debe ser simplemente hacerlo, sin idea de provecho, entonces cualquier cosa que se haga será verdadera.
  6. La calma mental no significa que se ha de suspender la actividad. La verdadera calma se ha de encontrar en la actividad misma.
  7. No es posible hacer progresos rápidos y extraordinarios. Por mucho que uno se esfuerce, todo progreso viene poco a poco.
  8. Cualquier cosa que hagamos es expresión de nuestra verdadera naturaleza.
  9. Para no dejar ningún resto, cuando se hace algo hay que hacerlo con todo el cuerpo y toda la mente. Hay que concentrarse en lo que se hace. Hay que realizarlo por completo, como una hoguera bien encendida. La hoguera no debe disiparse en humo. La persona ha de arder por completo.
  10. La enseñanza básica del budismo es la enseñanza de la transitoriedad o el cambio; la verdad básica de la existencia es que todo cambia. Es una verdad que nadie puede negar, es la enseñanza para todos nosotros. Pero desafortunadamente, aunque esto es lo cierto, resulta difícil de aceptar. Como no podemos comprender la verdad del cambio, sufrimos. La causa del sufrimiento es la no aceptación de esta verdad.

Ficha

Publicado: 29 de julio de 2009

Última modificación: 26 de marzo de 2025

Audiencia

Docentes

Área / disciplina

Filosofía

Nivel

Secundario

Categoría

Entrevistas, ponencia y exposición

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

budismo

filosofía oriental

hinduismo

zen

Autor/es

Alejandro Rozitchner

Licencia

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