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Pódcast «Abanico de inteligencias»

Este pódcast no es sobre máquinas, sino sobre la diversidad de inteligencias. ¿Por qué insistimos en humanizar la inteligencia artificial? ¿En qué momento olvidamos que la IA es nuestro invento y no una mente independiente? ¿Por qué las inteligencias animales y vegetales no nos asombran tanto como la inteligencia artificial? Son 4 episodios breves.


Episodio 1. Pensar o no pensar

Pódcast: «Abanico de inteligencias»

Episodio 1: Pensar o no pensar

Duración: 4 minutos, 23 segundos

Este pódcast no es sobre máquinas, sino sobre la diversidad de inteligencias. ¿Por qué insistimos en humanizar la inteligencia artificial? ¿En qué momento olvidamos que la IA es nuestro invento y no una mente independiente? ¿Por qué las inteligencias animales y vegetales, no nos asombran tanto como la inteligencia artificial?

Apertura: les damos la bienvenida al pódcast: “Abanico de inteligencias.”

Pensar o no pensar

En 1950, el matemático e informático teórico Alan Turing propuso una pregunta simple: ¿Las máquinas pueden pensar? Más de setenta años después, la obsesión por comparar seres humanos y algoritmos sigue más viva que nunca.

¿Es una comparación válida? Para la filósofa Susan Schneider, autora de Artificial You (2019), la respuesta es no: “La IA no piensa: simula pensamiento. Confundir simulación con realidad es un error de categorías”.

¿Cómo piensa la inteligencia humana?

La inteligencia humana es un misterio tejido por biología, cultura y emociones. Para el neurocientífico Antonio Damasio, autor de El error de Descartes (1994), “la razón no existe sin emoción: decidimos con el cuerpo, no solo con el cerebro”.

Un ejemplo de esto es cuando resolvemos un problema matemático, no solo activamos la corteza prefrontal. También intervienen el sistema límbico (emociones) y el cerebelo (movimiento), porque nuestra cognición es encarnada. ¿Esto qué quiere decir? Que los seres humanos no tenemos un cuerpo, somos un cuerpo. El pensar involucra al cuerpo. Incluso la creatividad, como dice la psicóloga Angela Duckworth, surge de la perseverancia, no de los algoritmos.

Pero hay más, la lingüista Eve Sweetser explica que el lenguaje humano no es solo comunicación: es metalenguaje (hablar sobre el lenguaje), ironía y también poesía. Las personas jugamos con las palabras y con sus significados, algo que la IA solo imita mediante modelos de aprendizaje profundo. Un chatbot no entiende las palabras, las organiza según grandes modelos predictivos.

¿Cómo funciona la IA?

La IA actual —en especial las llamadas inteligencias artificiales generativas como las GPT-4 y modelos similares— se basan en redes neuronales profundas, que detectan patrones entre enormes cantidades de datos. Pero estas redes no “piensan” como cerebros. Según la ingeniera informática Yejin Choi (Premio MacArthur 2022) “la IA no tiene sentido común, a lo sumo se puede intentar que lo imite.”

Además, la inteligencia artificial es un producto humano, la inventamos nosotros. Los algoritmos que hacen funcionar a las IA se entrenan con datos que también reflejan nuestros prejuicios. En 2023, investigadores del MIT demostraron que determinados algoritmos de selección de personal laboral discriminaban a mujeres y a diversas minorías, porque la IA replicaba sesgos y prejuicios históricos. Por su parte, la matemática Cathy O´Neil de la Universidad de Harvard dice que muchas veces: “los sesgos se embeben en códigos.”

Por hoy, los dejamos con los pensamientos y algoritmos hasta el próximo episodio. Gracias, por los oídos atentos.

Cierre: Este fue el episodio 1 de Abanico de inteligencias, un pódcast del Portal Educ.ar

Guion, realización y voz: Carina Maguregui para el Portal Educ.ar

Primera temporada

Episodio 1: Pensar o no pensar

Episodio 2: El miedo al reemplazo

Episodio 3: Materialidad y conocimiento animal

Episodio 4: Inteligencias vegetales

Episodio 2. El miedo al reemplazo

Pódcast: «Abanico de inteligencias»

Episodio 2: El miedo al reemplazo

Duración: 4 minutos, 05 segundos

Este pódcast no es sobre máquinas, sino sobre la diversidad de inteligencias. ¿Por qué insistimos en humanizar la inteligencia artificial? ¿Cuándo olvidamos que la IA es nuestro invento y no una mente independiente? ¿Por qué las inteligencias animales y vegetales, no nos asombran tanto como la inteligencia artificial?

Apertura: Les damos la bienvenida al pódcast: “Abanico de inteligencias.”

El miedo al reemplazo

"El temor a que la IA nos reemplace tiene raíces profundas. Para el historiador Yuval Noah Harari, es un miedo existencial: “Por primera vez, creamos algo que podría superarnos en tareas cognitivas”. Pero esta narrativa ignora que la IA no tiene deseos ni conciencia. Como dice la experta en ética Emily M. Bender: “Un martillo es mejor que tu mano para clavar, pero no por eso te reemplaza”.

El mito del reemplazo también puede ser funcional al poder. Por ejemplo, en 2023, la huelga de guionistas en Hollywood reveló que los estudios de cine utilizaban IA, entre otras cosas, para generar borradores de guiones y así pagar menores salarios. El problema no es la IA, sino quién la controla y para qué.

¿Por qué nos olvidamos que nosotros creamos la IA?

En 2017, Sophia, un robot con facciones humanoides, recibió ciudadanía en Arabia Saudita. Para la filósofa Adriana Cavarero, este acto refleja una fantasía de autosuficiencia: “Proyectamos autonomía en las máquinas para evadir la responsabilidad de nuestros actos”.

Pero la IA no es autónoma: depende de ingenieros, mineros de litio, cadenas de suministro, moderadores de contenido, etiquetadores, etc. Como expone el antropólogo Nick Seaver: “Llamar inteligente a la IA invisibiliza el trabajo humano detrás ella”.

El filósofo coreano Byung-Chul Han lo resume así: “La tecnoutopía es un espejismo. La IA no nos salvará: solo amplificará lo que ya somos."

¿Competidores o colaboradores?

Si como seres humanos utilizamos la inteligencia artificial de manera crítica y responsable puede convertirse en un asistente muy útil para diversas tareas.

Desde el punto de vista filosófico es iportante comprender que la IA no es un rival, sino un síntoma. Un síntoma de nuestra obsesión por medir, controlar y dominar. Como explica la bióloga Donna Haraway: “No somos los únicos actores en este planeta. La inteligencia es un tejido de hongos, ballenas, personas, niños y código”.

“En lugar de temer a las máquinas, deberíamos preguntarnos: ¿qué tipo de inteligencia queremos cultivar? ¿Una que imite nuestros peores instintos, o una que, como los bosques y los pulpos, priorice la cooperación? La respuesta no está en los algoritmos, sino en nosotros mismos."

Por hoy, los dejamos con los pensamientos, las máquinas y las emociones hasta el próximo episodio. Gracias, por los oídos atentos.

Cierre: Este fue el episodio 2 de Abanico de inteligencias, un pódcast del Portal Educ.ar

Guion, realización y voz: Carina Maguregui para el Portal Educ.ar

Primera temporada

Episodio 1: Pensar o no pensar

Episodio 2: El miedo al reemplazo

Episodio 3: Materialidad y conocimiento animal

Episodio 4: Inteligencias vegetales

Episodio 3. Materialidad y conocimiento animal

Pódcast: “Abanico de inteligencias.”

Episodio 3: Materialidad y conocimiento animal

Duración: 6 minutos, 44 segundos

Este pódcast no es sobre máquinas, sino sobre la diversidad de inteligencias. ¿Por qué insistimos en humanizar la inteligencia artificial? ¿Cuándo olvidamos que la IA es nuestro invento y no una mente independiente? ¿Por qué las inteligencias animales y vegetales, no nos asombran tanto como la inteligencia artificial?

Apertura: les damos la bienvenida al pódcast: “Abanico de inteligencias.”

Materialidad y conocimiento animal

La inteligencia artificial generativa —como ChatGPT, Copilot, DeepSeek, Midjourney o Gemini, entre muchísimas otras— se presenta como un milagro tecnológico. Pero ¿qué hay detrás de esta supuesta inteligencia? La investigadora Kate Crawford, en su libro Atlas de Inteligencia Artificial, nos da una pista y dice: “la IA no es ni tan inteligente, ni tan artificial.”

Primero, lo de artificial es un engaño. Los servidores donde se entrenan estos modelos de IA consumen recursos reales, materiales, que no tienen nada de artificial. El funcionamiento de los servidores alojados en enormes centros de datos consume gigantescas cantidades de electricidad y millones de litros de agua al año. Por ejemplo, el entrenamiento de GPT-3 emitió 500 toneladas de CO₂, equivalente a 300 vuelos de Nueva York a San Francisco.

¿Esto qué quiere decir? La IA no es incorpórea, no está en una nube etérea, es un fenómeno físico y material que consume enormes cantidades de recursos del planeta, más el trabajo humano.

Tampoco es inteligente, dice Krawford. Estos sistemas no entienden lo que dicen: sino que predicen palabras basadas en patrones estadísticos. Cuando Chat GPT redacta un poema, no siente emoción; cuando Midjourney dibuja un bosque, no imagina la textura de la corteza. Son simulaciones de nuestra cultura, como ya explicamos en otro episodio replican sesgos y lugares comunes. Crawford advierte: “La IA es una colección de minería, diseño, ingeniería, trabajo y datos.”

Cuando nos encandilamos con la IA, no advertimos otras formas de cognición que existieron en la Tierra por millones de años: las de los pulpos, los bosques, los hongos, las ballenas… Inteligencias que no necesitan de ingenieros e informáticos para resolver problemas, crear o comunicarse. Es hora de mirar más allá de la pantalla.

Inteligencias animales, más allá del cerebro humano

"En 2008, un pulpo llamado Otto, en un acuario de Alemania, comenzó a disparar chorros de agua a las lámparas que iluminaban la pileta. ¿Para qué lo hacía? Para fundirlas. ¿La razón? Porque las luces aumentaban la temperatura de la pileta. Este acto que a la vista rápida, puede parecer azaroso, no lo es. Se trata de una solución creativa. Los pulpos —cuyos ancestros se separaron de los nuestros hace 600 millones de años— tienen una inteligencia radicalmente distinta: 2/3 de sus neuronas están distribuidas en los tentáculos, que piensan por sí mismos. ¡Sí, suena como una locura! Pero no lo es. Los pulpos tienen inteligencia distribuida en todo su cuerpo. Los pulpos pueden abrir frascos, pueden usar herramientas e incluso reconocer las caras humanas, los rostros.

Pero no son los únicos. Por ejemplo, las urracas europeas pasan el test del espejo —es decir, reconocen su propio reflejo— algo que solo logran humanos, delfines y algunos simios. Otras aves, como los cuervos de Nueva Caledonia fabrican ganchos con ramas para sacar insectos de adentro de troncos, transmitiendo este conocimiento a sus crías.

En el mar encontramos otro ejemplo asombroso de comunicación compleja entre ballenas jorobadas. Estas criaturas producen cantos largos y estructurados que varían según su ubicación geográfica e incluso culturalmente dentro del grupo al que pertenecen.

El lenguaje marino de las ballenas no solo demuestra una forma avanzada de comunicación sino también sugiere una conciencia social profunda entre estas grandes criaturas acuáticas. Cada individuo tiene su propia "voz" distintiva dentro del coro colectivo cuando se reúnen en grandes grupos durante sus migraciones anuales o rituales sociales.

En Australia, los loros negros usan piedras para triturar huesos y extraer médula ósea de los mismos.

En Brasil, monos capuchinos golpean piedras para crear filos cortantes, lo que podríamos llamar proto-tecnologías. Estos comportamientos en los primates no son instintos: son cultura. Como afirma la primatóloga Jane Goodall: “La inteligencia no es una escalera donde los humanos están arriba. Es más bien un bosque, con senderos que se entrelazan."

Por hoy, los dejamos con los pensamientos y los animales hasta el próximo episodio. Gracias, por los oídos atentos.

Cierre: Este fue el episodio 3 de Abanico de inteligencias, un pódcast del Portal Educ.ar

Guion, realización y voz: Carina Maguregui para el Portal Educ.ar

Primera temporada

Episodio 1: Pensar o no pensar

Episodio 2: El miedo al reemplazo

Episodio 3: Materialidad y conocimiento animal

Episodio 4: Inteligencias vegetales

Episodio 4. Inteligencias vegetales

Pódcast: «Abanico de inteligencias»

Episodio 4: Inteligencias vegetales

Duración: 5 minutos, 41 segundos

Este pódcast no es sobre máquinas, sino sobre la diversidad de inteligencias. ¿Por qué insistimos en humanizar la inteligencia artificial? ¿Cuándo olvidamos que la IA es nuestro invento y no una mente independiente? ¿Por qué las inteligencias animales y vegetales, no nos asombran tanto como la inteligencia artificial?

Apertura: les damos la bienvenida al pódcast: “Abanico de inteligencias.”

Inteligencias vegetales

En los  bosques de abetos de Canadá, los árboles se comunican. Cuando un ejemplar es atacado por insectos, libera químicos volátiles que alertan a sus vecinos. Estos, a su vez, producen toxinas en sus hojas. ¿Cómo se transmiten las señales? Por una red subterránea de hongos micorrícicos que conectan las raíces y funciona como un sistema nervioso colectivo.

Las plantas no son pasivas. Por ejemplo, la Mimosa púdica, que es una planta de la familia de las fabáceas, originaria de América Central y del Sur, es conocida por su reacción al tacto, que consiste en plegar sus hojas cuando son tocadas por algo o se exponen al calor. Pero además tienen la capacidad de aprender cuándo realmente es necesario plegar las hojas o no. Por su parte, las raíces de las arvejas toman decisiones: si una detecta nutrientes, envía señales eléctricas al resto para extender las raíces hacia allí.

¿Inteligencia? Sí, pero no como solemos concebirla.

Como dice la ecóloga Suzanne Simard: “Los bosques son sociedades. Los árboles viejos —son las abuelas y madres— nutren a los jóvenes, y los hongos son sus mensajeros.” Si la IA imita la mente humana, la naturaleza nos muestra que la inteligencia puede ser colaborativa, descentralizada y silenciosa.

¿Podemos comparar estas inteligencias?

"Comparar la inteligencia de un pulpo, la de un bosque y la de Chat GPT es como comparar el vuelo de un colibrí con el de un avión. El colibrí vuela, el avión vuela, pero uno es un ser vivo con 150 millones de años de evolución; el otro, el producto la de ingeniería humana. La IA es una herramienta poderosa, pero limitada: no siente, no se adapta, al menos por ahora. En cambio, las inteligencias naturales son diversas, resilientes y cooperativas en sus contextos.

Tomemos el ejemplo de las abejas. Para construir panales, usan algoritmos de optimización que inspiran a los informáticos. Pero mientras la IA consume enormes recursos, las abejas polinizan flores, sostienen ecosistemas y evolucionan con ellos.

¿Es tonto compararlas? Sí, si usamos la inteligencia humana como medida. Pero si aceptamos que la cognición es plural —que hay mentes en tentáculos, raíces y redes de hongos— la pregunta cambia.

Como propuso el filósofo Eduardo Kohn: “La inteligencia no es un privilegio humano. Es un diálogo múltiple entre especies, un flujo de signos que atraviesa selvas, océanos y tal vez el universo."

  La obsesión por la IA nos hizo olvidar algo esencial: somos una especie más en una red de inteligencias interconectadas. Los pulpos resuelven problemas sin manuales, los bosques gestionan recursos sin bancos, los hongos comunican mensajes sin palabras. Frente a esto, los algoritmos son juguetes sofisticados: nos distraen de las crisis y nos alejan de otras formas de saber.

En las canciones de las ballenas, hay poesía sin palabras; en las redes de los hongos, internet sin servidores; en los ojos de un pulpo, conciencia sin un ‘yo’.

Quizás, en lugar de imitar la inteligencia humana, debamos escuchar a estos maestros antiguos. Porque si algo nos enseña la naturaleza es que la verdadera sabiduría no está en dominar, sino en cooperar. Y eso, ninguna IA puede emularlo."

Así concluye el último episodio de “Abanico de inteligencias”. Los dejamos con más dudas que certezas para que continúen su propio camino de investigación. Gracias, por los oídos atentos.

Cierre: Este fue el último episodio de Abanico de inteligencias, un pódcast del Portal Educ.ar

Guion, realización y voz: Carina Maguregui para el Portal Educ.ar

Primera temporada

Episodio 1: Pensar o no pensar

Episodio 2: El miedo al reemplazo

Episodio 3: Materialidad y conocimiento animal

Episodio 4: Inteligencias vegetales

 

➡️Propuesta de actividades para trabajar con el pódcast: “Abanico de inteligencias”.

 

Lecturas y videos recomendados para seguir investigando:

Pensar como un pulpo
María Ptqk 

Cada día, la ciencia aporta nuevos datos sobre la fabulosa existencia de los pulpos, datos que desafían nuestras ideas sobre lo que significa pensar o sentir.

El futuro es vegetal
Stefano Mancuso 

Las investigaciones de Mancuso revelan información sobre la capacidad de las plantas para entender su entorno y comunicarse

Especie
Stefano Mancuso 

Nosotros, los humanos, estamos convencidos de que formamos parte de la mejor, más desarrollada y compleja de entre todas las especies vivas. Nos resulta inconcebible imaginar que un gusano, un hongo o un helecho puedan tener una gran complejidad pero las plantas son más inteligentes de lo que creemos.

La memoria secreta de las hojas
Hope Jahren

En su ópera prima, Hope Jahren presenta un tratado revelador sobre la vida de las plantas que además versa sobre el trabajo y sobre el amor, y sobre cómo se pueden mover montañas cuando ambos van a la par.

Ciencia F[r]icción, vida entre especies compañeras
Exposición online

¿Es posible imaginar otras historias terrestres? ¿Podemos pensar otras maneras de vivir entre especies diferentes? La exposición explora estas cuestiones a través de una selección de obras artísticas y de piezas de divulgación científica. Plantea un cambio de mentalidad y de sensibilidad que cuestiona la supremacía de la especie humana y apuesta por una visión del mundo entendido como un ecosistema en el que conviven todas las especies del planeta.

Camille & Ulysse  
Diana Toucedo, Donna Haraway y Vinciane Despret

Video realizado por Diana Toucedo en el que Donna Haraway y Vinciane Despret conversan a partir de dos fábulas escritas por cada una de ellas. En Las historias de Camille, Haraway acompaña, durante cinco generaciones, a las comunidades simbiogenéticas de humanos y mariposas monarca que migran por Estados Unidos, México y Canadá. En Autobiografía de un pulpo, Despret indaga en los modos de existencia de otra comunidad simbiótica, en este caso unida a los octópodos en las costas del Mediterráneo. 

Filmada como un cuento oral y una correspondencia entre los dos narradores y sus fábulas, la película sigue las formas de vivir y de morir de las comunidades en un planeta malogrado, así como el dominio cada vez mayor de estas comunidades en un nuevo campo científico, la terolingüística, o el estudio de los lenguajes animales. Los narradores, en sintonía con sus compañeros simbióticos, se vuelven cada vez más sensibles a las posibilidades de crecimiento de los seres tentaculares y metamórficos.


Ficha

Publicado: 28 de febrero de 2025

Última modificación: 14 de abril de 2025

Audiencia

General

Área / disciplina

Ciencias Naturales

Cultura y Sociedad

Educación Tecnológica y Digital

Nivel

Secundario

Ciclo Básico

Ciclo Orientado

Superior

Categoría

Entrevistas, ponencia y exposición

Modalidad

Todas

Formato

Audio

Etiquetas

inteligencias múltiples

inteligencia artificial (IA)

comportamiento de los animales

pódcast

Autor/es

Carina Maguregui

Otros contribuyentes

Educ.ar

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