Educación personalizada en la era digital

¿Qué es la educación personalizada?

La educación personalizada consiste en la diversificación de las oportunidades, experiencias y recursos de aprendizaje ―es decir, objetivos, contenidos, metodología, organización del aula, evaluación, etc.― en función de las necesidades e intereses de las y los estudiantes. Esto implica prestar especial atención a sus conocimientos previos, capacidades y percepciones.

Este tipo de formación se basa en los enfoques constructivistas ya que sitúa al estudiante en el centro de la acción educativa y reconoce su protagonismo en el proceso de enseñanza­aprendizaje, considerándolo un elemento fundamental para lograr un aprendizaje profundo y significativo (Coll, 2016). De acuerdo con estas teorías, el conocimiento se construye socialmente a partir de las relaciones que establece el estudiante entre lo que tiene que aprender y sus conocimientos y experiencias previas, así como también a partir del diálogo y las interacciones con otros. En consecuencia, este proceso es singular y diferente para cada estudiante en función de sus características y, para que sea efectivo, las ayudas educativas y el seguimiento docente tienen que ajustarse al máximo a la particularidad de cada uno.

El pedagogo español Víctor García Hoz, uno de los principales precursores de la educación personalizada, destaca la relevancia de la actividad educativa centrada en el estudiante entendido como persona. En esta línea, personalizar no implica adaptar la educación a las peculiaridades individuales de cada uno, sino llevarla adelante «contando con la persona», de manera que su formación involucre la aceptación de sus propias responsabilidades. García Hoz establece tres principios característicos sobre la persona que rigen esta concepción educativa: 

• Singularidad: implica no solo la separación real y diferenciación numérica, sino la distinción cualitativa que hace a la persona ser quien es y distinguirse de los demás. Las actividades educativas deben permitir el desarrollo de cada estudiante de acuerdo con su capacidad, intereses, aficiones y ritmo de aprendizaje, así como con su contexto y realidad personal.
• Autonomía: es la capacidad de gobierno de sí mismo, la posesión y uso efectivo de la libertad. En este sentido, se debe involucrar a las y los estudiantes en la organización y programación de las actividades de modo que puedan elegir qué, cómo y cuándo aprender.
• Apertura: se refiere a la apertura de la persona hacia otros, y de la institución escolar hacia la comunidad familiar y social y la realidad de las y los estudiantes. Por eso, las actividades deben abordar situaciones cercanas a sus contextos e interpelarlos desde sus propias realidades.

Al respecto, Coll (2016) establece una diferenciación entre individualización y personalización. La primera implica diferenciar y ajustar la acción educativa a las necesidades individuales de cada estudiante. La personalización, en cambio, va más allá y apunta a que el estudiante dé un sentido personal a lo que aprende. Si bien la educación personalizada busca ajustar la acción educativa a las características del estudiante, para lograrlo, debe dar lugar a su protagonismo y a su voz en la conducción del proceso. Esto implica reconocer su capacidad de decisión y control sobre lo que se hace y cómo se hace. Por ejemplo, las y los estudiantes pueden decidir el tiempo que dedican a trabajar un tema, cuándo y dónde realizan las actividades, los recursos y materiales que utilizan, etc.

Asimismo, la personalización no implica que el aprendizaje lo realice el individuo en soledad, sino que, por el contrario, Magro (2016) plantea que se trata de un aprendizaje colectivo.

En síntesis, se distinguen algunos rasgos propios de la personalización del aprendizaje (Coll, 2016):

• Se consideran los intereses, las características, las fortalezas, las necesidades y los objetivos personales de los y las estudiantes.
• Las y los estudiantes asumen la dirección y conducción de su proceso de aprendizaje con la orientación del docente, que los ayuda a identificar sus necesidades, fortalezas, intereses y objetivos.
• Las y los estudiantes siguen recorridos de aprendizaje personales en función de sus objetivos, motivaciones y progresos.
• Se suelen utilizar metodologías didácticas de indagación (proyectos, casos, problemas, etc.) que impulsan al estudiante a enfrentar situaciones auténticas y relativamente complejas que requieren aproximaciones multidisciplinarias y una cierta capacidad de planificación y regulación. Estas estrategias son potenciadas por el trabajo colaborativo.
• Se promueve el acceso de cada estudiante a recursos y materiales de aprendizaje por fuera del contexto del aula (expertos, fuentes documentales, materiales en línea, comunidades de interés y de práctica, etc.), así como su uso en las actividades que se desarrollan en la presencialidad.
• Se fomenta el establecimiento de conexiones entre lo que las y los estudiantes hacen y aprenden dentro de las instituciones educativas y lo que hacen y aprenden fuera de ellas.

¿Por qué implementar la educación personalizada? 

Las trayectorias de las y los estudiantes durante el ciclo lectivo 2020 han sido muy variadas. Frente a esta diversidad, la educación personalizada se presenta como una buena estrategia para atender las trayectorias particulares y recuperar a aquellos estudiantes que perdieron la continuidad educativa.

Desde esta perspectiva, una adecuada respuesta a la heterogeneidad de situaciones supone romper con la enseñanza tradicional en la que se espera que el conjunto de estudiantes haga lo mismo, en el mismo momento, de la misma forma y con los mismos materiales. La educación personalizada, que encuentra grandes aliados en los modelos combinados, propone tener en cuenta las características y necesidades de cada estudiante, poner en práctica distintas estrategias y flexibilizar los tiempos y espacios escolares.

Coll (2016) plantea que la personalización es un rasgo característico de la «nueva ecología del aprendizaje», asociada a la sociedad de la información, que obliga a revisar y repensar algunos aspectos centrales de la enseñanza tradicional. En este sentido, destaca tres aspectos de la «nueva ecología del aprendizaje» de la era digital:

• El aprendizaje se produce cada vez más, «a lo ancho de la vida», es decir, en una variedad de contextos, y no solo «a lo largo de la vida», es decir, en todos los períodos vitales. Las TIC proporcionan nuevos contextos de aprendizaje como las redes sociales, los entornos y las comunidades virtuales de práctica y de aprendizaje, los juegos en línea, etc.
• Se identifica una falta de separación nítida entre los diferentes espacios físicos, temporales e institucionales en los cuales se produce el aprendizaje y, en cambio, se detecta una «porosidad» entre estos espacios y la posibilidad de transitar entre ellos. Las TIC ofrecen posibilidades para cambiar de contexto de actividad con rapidez y facilidad y, sobre todo, para transportar los recursos e instrumentos para el aprendizaje.
• Se ponen en valor las trayectorias individuales de aprendizaje como vía de acceso al conocimiento. Estas incluyen el conjunto de contextos de actividades a los que las personas tienen acceso y en los que participan, encuentran oportunidades, recursos e instrumentos para aprender.

A su vez, Coll afirma que personalizar el aprendizaje escolar implica un cambio sistémico y profundo del sistema educativo. El contexto actual se presenta como una oportunidad para propiciarlo, dada la combinación de escenarios educativos, la dislocación de tiempos y espacios escolares, la inclusión genuina de las TIC y la atención a las necesidades individuales.

¿Cómo implementar la educación personalizada con TIC?

¿Cuál es el rol del docente? Es recomendable que el o la docente realice un diagnóstico de las trayectorias de sus estudiantes durante el 2020, identificando sus necesidades, logros y vacancias y diseñe sobre la base de ello diferentes situaciones de aprendizaje. Al combinar encuentros presenciales y virtuales, puede plantear diferentes actividades en donde las y los estudiantes decidan autónomamente cuándo y cómo acceder a la propuesta, así como también elegir entre distintos recorridos posibles según sus singularidades, intereses y necesidades.

¿Cuál es el rol del estudiante? Se espera que el o la estudiante asuma un lugar protagónico en su proceso de aprendizaje, que tome decisiones, se involucre activamente, participe en la identificación de sus objetivos de aprendizaje y en la definición y control del camino para conseguirlos. Para ello, será necesario que el docente fomente procesos metacognitivos que le permitan al estudiante tomar conciencia de qué y cómo aprende y, de esta manera, regular su propio proceso de aprendizaje.

¿Cuál es el rol de las TIC? En los escenarios combinados, las TIC adquieren un enorme valor para propiciar el diseño y desarrollo de trayectorias personalizadas ya que tienen la particularidad de no estar ligadas a espacios y tiempos predeterminados. De esta manera, favorecen el desarrollo de actividades que respeten el ritmo y las necesidades de cada estudiante. Además, propician tareas que promueven la construcción del conocimiento y posicionan al estudiante como protagonista en la selección de herramientas para buscar sintetizar, editar o compartir información.

La Oficina Internacional de Educación de la UNESCO (OIE-UNESCO, 2017), propone algunas estrategias que vinculan la personalización del aprendizaje con la incorporación de las TIC en la educación:

• Flipped classroom (en español, ‘aula invertida’): altera la secuencia tradicional de la clase. Las actividades ligadas a la exposición y explicación de contenidos por parte del docente se desarrollan fuera del aula (generalmente en formato de videos o pódcast) y, durante las horas presenciales, se realizan actividades como ejercicios prácticos, resolución de problemas, debates grupales, trabajos colaborativos, etc.
• Los proyectos: invitan a las y los estudiantes a involucrarse activamente en el proceso de aprendizaje a partir de la investigación y profundización de una temática específica. Además, ellos y ellas aprenden sobre la forma en que adquieren los conocimientos o las competencias.
• Los trabajos colaborativos: proponen a las y los estudiantes trabajar juntos, escucharse y asumir un papel más protagónico en el proceso de aprendizaje. Esta estrategia habilita el trabajo autónomo, la autogestión de los tiempos y espacios y la regulación de los ritmos de aprendizaje.
• Actividades de metacognición: permiten al estudiante conocer cómo funcionan sus procesos cognitivos, es decir, qué y cómo está aprendiendo para que pueda autorregular su proceso de aprendizaje.
• E-portafolio: consiste en una selección de evidencias que el estudiante tiene que recopilar y reunir en una carpeta digital a lo largo de un período determinado, y que responde a un objetivo concreto. A su vez, permite asignar consignas de trabajo diferentes a cada estudiante.

Referencias bibliográficas

Coll, C. (2016). La personalización del aprendizaje escolar. El qué, el por qué y el cómo de un reto insoslayable. En J. M. Vilalta (Dir.). Reptes de l’educació a Catalunya. Anuari d’Educació 2015. (Trad. I. Merino). Barcelona: Fundació Jaume Bofill.
Magro, C. (2016, 23 de abril). Educación y personalización. Co.labora.red. 
OEI-UNESCO (2017). Herramientas de formación para el desarrollo curricular: Aprendizaje personalizado. Ginebra: OEI-UNESCO.